Terapia Física en el Adulto Mayor
- amaecservicios
- 1 may
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La importancia de la fisioterapia geriátrica en la prevención del descondicionamiento físico
A medida que avanzamos en edad, el cuerpo se vuelve más vulnerable a enfermedades, lesiones y a una recuperación más lenta. En los adultos mayores, la pérdida de la capacidad funcional está frecuentemente relacionada con la inmovilidad o inactividad física.
La fisioterapia geriátrica tiene un rol esencial en este proceso. Se enfoca en mantener y restaurar la funcionalidad del adulto mayor, mediante técnicas adaptadas a su edad y condición. Su objetivo es prevenir el avance de procesos involutivos propios del envejecimiento.
Causas comunes de inmovilización en adultos mayores:
Enfermedades agudas que obligan al paciente a permanecer en cama (ej. neumonías, infecciones).
Fracturas, especialmente de cadera.
Quemaduras u otras lesiones traumáticas.
Accidentes cerebrovasculares (ACV).
Dolor al movimiento o parestesias.
Barreras arquitectónicas: camas muy altas o bajas, pasillos mal iluminados, escaleras.
Falta de apoyo para trasladarse (de la cama a la silla, del baño a otro espacio).
Temor a caídas o aislamiento social.
Actitud negativa ante el movimiento, como “estoy muy enfermo para levantarme”.
Inmovilización crónica:
Se presenta como consecuencia de enfermedades mal tratadas o degenerativas, como:
Parkinson
Artritis
Cáncer
Lumbalgia
Amputaciones
Accidentes cerebrovasculares persistentes
¿Qué es el descondicionamiento físico?
Es el conjunto de cambios fisiológicos reversibles que se producen por la inactividad prolongada.
Afecta a múltiples sistemas del cuerpo (muscular, cardiovascular, respiratorio, etc.).
El grado de descondicionamiento dependerá de:
El nivel de inactividad.
El estado físico previo del adulto mayor.
Retos al evaluar a una persona mayor:
Distinguir entre el deterioro normal del envejecimiento y el provocado por la inactividad.
Separar los efectos de la enfermedad de los efectos de la falta de ejercicio.
Identificar la causa real de la pérdida de función:
¿Debilidad muscular?
¿Problemas articulares?
¿Trastornos cardíacos?
¿Sedentarismo?
¿Alteraciones del equilibrio o sensoriales?
Beneficios de la actividad física en adultos mayores:
Mejora la movilidad, la independencia y la calidad de vida.
Favorece el estado de ánimo, reduciendo ansiedad, estrés y depresión.
Aumenta la autoestima y la imagen corporal.
Contribuye a un mejor desempeño intelectual y psicomotor.
Según Shepard, incluso una actividad física moderada puede tener efectos muy positivos en el bienestar general del adulto mayor.
En resumen: la fisioterapia geriátrica no solo ayuda a recuperar funciones físicas perdidas, sino que permite prevenir el deterioro funcional, mantener la autonomía y promover una vejez activa, digna y saludable.
La Terapia Física en el Adulto Mayor
Es de vital importancia el aporte que la terapia física puede tener en combatir o retardar, los procesos involutivos de la edad y / o inactividad que dan como resultado alteraciones de los órganos, aparatos y sistemas y aunque asintomáticos al principio, pueden evolucionar hasta lograr la incapacidad física del sujeto.
La rehabilitación Geriátrica es el mecanismo efectivo para compensar dentro de lo posible las consecuencias de la falta de actividad
¿Por que rehabilitación geriátrica y no ejercicio simplemente?
Debido a las características y necesidades propias de la población adulta mayor los programas de ejercicios deben ser preparados y guiados por profesionales en fisioterapia y rehabilitación realizando una evaluación funcional previa para así determinar las capacidades de cada uno de los individuos y poder implementar un plan de terapia física adecuado a las necesidades personales. La fisioterapia en el adulto mayor tiene la meta de proporcionar al adulto mayor un programa preventivo, correctivo o de mantenimiento donde el objetivo primordial sea la independencia funcional de las personas, con la ganancia de una mejor la calidad de vida. Estos son los principios generales de la rehabilitación en el anciano, cualquiera que sea el proceso del que se trate, deben aplicarse como medida general para luego aplicar las técnicas específicas correspondientes al proceso especifico en el que esté el paciente: 1. Valorar, mantener y/o aumentar la máxima movilidad articular 2. Mantener o mejorar la independencia en Actividades de la Vida Diaria. 3. Valorar, mantener o aumentar la fuerza muscular 4. Lograr un buen patrón de marcha y equilibro. VER: Rehabilitación de la marcha 5. Valorar postura y aplicar ejercicios claves para mejorar los problemas que encontremos. 6. Hacer un historial de caídas y valorar barreras arquitectónicas de la casa que contribuyan con ello para hacer los cambios respectivos en el hogar o donde se desenvuelva el adulto mayor. 7. Lograr la confianza y cooperación del paciente desde un inicio. La movilidad mantenida , asistida o estimulada evita mayores lesiones articulares y problemas musculares sobre todo contracturas, perdida de fuerza y sus consecuencias (trastorno de la marcha, caídas, síndrome de inmovilización). Por lo general la falta de ejercicio suele ser un problema constante en los adultos mayores, esto puede deberse a:
las comodidades de la vida moderna
la falta de información
barreras arbitrarias de la edad para muchas actividades
el efecto de enfermedades crónicas
temores
sobreprotección de la familia o de otros profesionales tratantes
Por ello el ejercicio supervisado y adecuado es una necesidad terapéutica para el adulto mayor, los ejercicios dirigidos no tienen contraindicación en ningún caso, siendo beneficios incluso en pacientes con problemas cardiacos como insuficiencia coronaria y enfermedad vascular periférica.
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